Propósito: que el cliente identifique una meta que representa una elección o cambio del cliente y no de otros salvo que estos se hallen directamente afectados.
Meta realista: es la factible, la que pertenece al ámbito de control y capacidad del cliente; implican resultados basados más en expectativas realistas que en ideas modelos o autodemandas irreales, irracionales o perfeccionista.
Cuando los clientes seleccionan las metas, el terapeuta debe cuidar que estas metas no sean irreales, por que son excesivamente elevadas para poder alcanzarlas o por que son demasiado bajas o su logro no es consistente con el curso natural de los acontecimientos.
Los clientes que establecen metas excesivamente elevadas funcionan normalmente en base a modelos perfeccionistas y autodemandas y con frecuencias también temen al fracaso, también es una forma de evitar riesgos o de no intentar.
Los clientes que se imponen matas poco consecuentes o excesivamente bajas normalmente también temen al fracaso y seleccionan estas metas porque sabes que si las podrán lograr, pero los resultados son tan inconsistentes como la misma meta y a menudo su obtención no conduce a ninguna gratificación.
El terapeuta puede ayudar a los clientes a examinar el grado de realismo de las metas identificadas, si están basadas en modelos de cambios posibles y racionales y si en la elección de mestas irreales se refleja ansiedad del cliente.
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